PARA: Leoaesir

 Que me apoya en cada locura que se me ocurre.

 

CAPITULO II

 

PARA CONTARTE DESDE EL PRINCIPIO

 

 Era  increíble, terrible, irritante, doloroso e inmoral al mismo tiempo. Y se negaba a creerlo, no podía ser verdad.

En ese momento parecía que el mundo se centraba en el suceso y ya no importaba lo demás.

Más a allá de que esto suceda comúnmente en la actualidad y fuere algo muy material, para el significó mucho. Le habían robado su teléfono celular.

 “Eso sucede todos los días” “Ya te comprarás otro”. Pues ese celular era muy importante para Isaac. Era el regalo por sus quince años cumplidos que le había enviado su papá desde otro país, el cual además había completado de accesorios gracias a que su mamá le había prestado el dinero para que que los comprara.

En el guardaba sus canciones favoritas, aplicaciones, juegos, libros y se había pasado más de una tarde en Internet para actualizarlo. Lo cuidaba como si fuera de oro. Sin embargo todo había sido para que aparezca el primer idiota y se lo arrebatara mientras él no podía hacer nada para evitarlo.

 El ladrón había escogido muy bien a su víctima: un chico de unos 15 años con una abultada mochila y sosteniendo a un niño de no más de cuatro años, portando un celular buenísimo. Era una oportunidad que no podía dejar pasar, ya que era un “ experto” en el arte de robar. Pero por sobre todas las cosas, llevaba una gran tranquilidad, ya que nadie vende a los criminales en aquel país, dado que el que lo hace termina más que muerto.

 Isaac se dirigía a su casa, después de un duro entrenamiento de básquet, en un micro en el que cabían unas veinte personas sentadas, pero todos los asientos estaban ocupados. Al fin una persona se bajó. Isaac que con una mano llevaba su hermanito y con la otra se agarraba al barandal, con dificultad logró sentarse en el asiento vacío, y como era de costumbre se tocó el bolsillo para comprobar que el celular siguiera allí. Pero ya no estaba. Perdió totalmente la cabeza, tenía que alcanzar al ladrón que posiblemente ya se había bajado. ¿O seguía allí? ¿Qué haría con su hermanito? Estaban a medio camino, no podía dejarlo... ¿Y si el ladrón seguía ahí? ¿Cómo localizarlo?

 Al momento, como caída del cielo, subió una tía suya que conocía su casa y que podría encargarse del niño. Demasiado rápido le explicó a la mujer la situación y le entregó su hermanito. Se bajó y corrió a la cabina telefónica para llamar a su celular. No podía haber tomado peor decisión.

 No es necesario mencionar que ni los ruegos ni las lágrimas sirvieron con ese “alguien” que escuchaba desde el otro lado de la línea. Parecía tener algún tipo de placer especial al escuchar al niño que lloraba por aquella posesión tan preciada.

Totalmente rendido, decidió regresar a su casa. En el camino intentaba no pensar en lo que le diría a su madre, pero le era imposible. Obviamente no podría fingir que no lo había perdido. La tía a la que le había encargado su hermano ya le habría quitado esa posibilidad. ¿Entonces qué hacer? El camino hacia su casa nunca había sido tan corto. En un abrir y cerrar de ojos, estaba ante el negocio de su madre. Se notaba que había estado llorando.

 Los gritos y reclamaciones que siguieron a esa escena fueron demasiado tristes... pero bastará con mencionar que en toda la cuadra se escuchó, durante media hora, cosas como:

-¿Por qué no te ocupas de tus cosas?

-¿En qué estabas pensando?

-¿No sabes lo que hemos pasado para comprarte ese aparato?

 Al final, ni madre ni hijo se habían librado de las lágrimas.

 Demasiado frustrado, rencoroso y con un alto deseo de provocar daño, se refugió y buscó consuelo donde tal vez lo podría encontrar.

 

Internet.

 

 Es cierto que ese había sido un gran beneficio con el que su padre lo había premiado, el cual utilizaba mayormente para sus tareas y el resto del tiempo para su ocio. Isaac era fanático de una novela, en la cual el tema principal era la magia y los hechizos, y era en eso que gastaba la mayor parte del tiempo en Internet: Bajar fotos, música y diverso material de los significados ocultos.

 Su madre había notado eso, desde luego, y se lo había comentado a su padre, quien alentado por los rumores de que aquella novela era “adictiva” y “antirreligiosa”, le había prohibido terminantemente seguir entreteniéndose con eso…

 Aquel argumento también se había escuchado en la discusión de hacía algunos momentos:

 -ENTONCES POR QUÉ NO SACAS TU VARITA MÁGICA Y CONVOCAS TU CELULAR... ¡¡¡SI CREES TANTO EN ESO!!!- Había gritado la madre fuera de sí. Y ese grito aún le revolvía la mente a Isaac, mientras usaba Internet para buscar una tarea.

Talvez…talvez...talvez... las ideas de aquella novela podrían ayudarlo después de todo... Sí... ¿Por qué no intentarlo?

 Demasiado emocionado entró a un buscador y tipeó “Maldiciones para ladrones”

 Después de dos días de ardua búsqueda tenía que admitir que la respuesta para dañar a la gente no estaba en Internet. Más allá de que había probado todas las combinaciones posibles: “Maldiciones”, “Hechizos”, todo. Casi sin ganas  y sin esperanzas entró a una página titulada “Descubre la magia dentro de ti”.

-“Bueno, es hora de que me resigne”- se dijo para sí y entró, siendo aquella la última oportunidad que se daba. Sin embargo allí encontró una rara explicación acerca de cómo crear y “practicar” con un “Psiwell”:

 

--- No es necesario que leas la guía a continuación, ya que la idea no es iniciarlos en la práctica, sino dar una imagen de cómo empezó Isaac a practicar la telekinesis---

 

***                                                     PSIWEEL

 

Esta técnica, creo que es la primera con la que usted debe comenzar si es principiante, y quiere desarrollar sus habilidades telequineticas.
Primero que nada, debes preparar el instrumento con el que trabajaras, este lo llamamos "Psiwheel", el cual consiste en <equilibrar> un pedacito de papel sobre algo muy puntiagudo, como por ejemplo una "aguja".
Teniendo claro el concepto del psiwheel, podes hacerlo como a vos te guste mas. Aunque a continuación daré los materiales para realizar un psiwheel genérico, es decir uno común. Solo debes saber que lo podes hacer como mas te guste. No tiene que ser necesariamente igual.

Materiales:

Papel 4 x 4 cm.
Nota: El papel de aluminio es mejor.
Una aguja o alfiler
Nota: Que sea fina, las que se usan para cocer son buenas.
Una tapa
Variantes: Masa, madera, algún hueco, etc. (para la base)

Instrucciones...
Toma la aguja, luego penetrar con esta la tapa, justo por el centro. Hacer que la punta de la aguja penetre por completo, pero sin que esta traspase de lado a lado. Debe quedar la punta hacia arriba, y la parte de atrás de la aguja por debajo de la tapa.

Ahora puedes apoyar la tapa sobre la mesa, esta debe haber quedado con la aguja insertada por el medio. Una vez terminado esto. Prosigues al siguiente paso, en el cual armaremos el papel.

1.- Agarrar el papel, y doblarlo por la mitad.
2.- Ahora doblarlo por el lado opuesto.
3.- En este momento, usted debe dar vuelta la cara del papel y doblarlo por la mitad pero en sentido horizontal.
5.- Ahora presionar en el centro para que se forme como una pirámide o estrella.
6.- Listo, en este momento solo debes poner la pirámide de papel sobre el soporte hecho con la aguja. Para que esta pueda girar con facilidad.
Como se dijo anteriormente, la psiwheel no tiene que ser exactamente igual a como se describió atrás, lo importante es hacer que el papel (sea cual fuese su forma) gire con facilidad.
Una vez que terminaste de construir el artefacto, debes colocar éste en una mesa, sentarte frente a el y relajarte.
Para empezar a relajarte, así sentir y manejar mejor la energía es conveniente que cierres los ojos y que pongas tus manos sobre las piernas con las palmas hacia arriba. Respira profundamente con la nariz hasta llenar todo tus pulmones. Guarda el aire mientras cuentas hasta 10. Luego libéralo muy lentamente por la boca y mientras saltas el aire visualiza que la energía va hacia tus manos al ritmo en el que sale el aire hasta que no quede ni una gota dentro de tus pulmones. Repite este procedimiento unas 5 veces (mientras mas veces mas energía y relajación conseguirás).
na vez relajado y energizado, acerca una de tus manos a un costado del psiwheel y visualiza que la energía que has acumulado en tus manos se desprende y choca contra el papel. De esta manera provocaras que el psiwheel comience a rotar.
Luego puedes probar usando solo un dedo para apuntar la energía, haciendo que esta empuje una de las puntas o que la atraiga. Si tienes éxito, con lo anterior finalmente puedes probar hacerlo girar sin acercar las manos, solo concéntrate en una de las puntas y visualiza que desde tu tercer ojo (es un punto energético situado en la frente de tu cabeza, arriba de tus ojos, por el medio) sale energía como las de tus manos y choca sobre el área del papel en la que te estás concentrando. Así podrás también moverlo sin acercar las manos. ***

 
Luego de leer la práctica, Isaac se quedó sentado cinco minutos reflexionando. Su imprudencia era legendaria entre los que lo conocían, pero después de todo, ¿Qué podía pasar?. Tomó una aguja, un envase se yogurt, papel aluminio, y un tapa de botella. Subió a su cuarto, cerró con llave y empezó a trabajar con un martillo.

CORREGIDO POR MINOS..
   

El próximo capítulo, es el que me muero por transcribir. Cuenta sobre  cuando las cosas se empiezan a poner interesantes.

"PARA MOSTRATE EL INICIO DEL JUEGO"